
28 Mayo 2025
—Son la cuatro de la mañana y Aurelio ya está en la cocina —se dijo en voz baja Aidé Oloya, y procede a sentarse al borde de la cama. Ahora estira los brazos, cierra los ojos y escucha el ruido de siempre: la corriente del Cauca, que fluye presurosa hacia el norte.