Un total de 75 familias campesinas celebran la primera cosecha de patilla en El Porvenir, un predio de 545 hectáreas que la Agencia Nacional de Tierras recuperó en mayo y entregó a dos asociaciones rurales de Cimitarra, Santander.
“Yo misma sembré las matas de patilla, las cuidé y recogí el cultivo con mis manos”, asegura campesina de la región.
La fruta que antes parecía imposible de cultivar en tierras golpeadas por la violencia y el despojo, hoy es comercializada en diferentes puntos del departamento.
Bucaramanga, 22 de septiembre de 2025. @AgenciaTierras.
En tan solo dos meses, los campesinos y campesinas se organizaron en semilleros de acuerdo con sus habilidades, construyeron corrales para pollos y cerdos, alistaron los suelos para sembrar maíz y arroz, recuperaron las viviendas abandonadas y sembraron colinos de plátano y papaya.
Pero el gran logro llegó con la primera producción de patilla. Las familias lograron cultivar varias hectáreas de esta fruta, que fue llevada al pueblo para su comercialización, generando ingresos y demostrando que la Reforma Agraria no es solo una política, sino una realidad que alimenta y transforma vidas.
“Esta primera patilla es el símbolo de lo que significa la Reforma Agraria: transformar el dolor de la violencia en oportunidades y devolverle la dignidad a las familias que nunca dejaron de luchar por su tierra”, destacó William Ramírez, coordinador de la Agencia Nacional de Tierras en Santander.
Para las familias campesinas, ver los primeros frutos de su esfuerzo significa mucho más que tener un cultivo: es la prueba de que su trabajo devuelve la vida a un campo que había sido silenciado.
“Yo misma sembré las matas de patilla, las cuidé y recogí el cultivo con mis manos. Cuando llevamos la fruta al pueblo y la gente la compró, sentí una alegría inmensa, porque es el inicio de todo lo que podemos lograr. Gracias a la Agencia de Tierras, esta finca ahora sí es nuestra, y aquí vamos a seguir sembrando para nuestros hijos y para el país”, aseguró Leidy Cardona, campesina y líder del municipio de Cimitarra.
El Gobierno Nacional, a través de la Agencia Nacional de Tierras, avanza en el cumplimiento de la Reforma Agraria, cuyo objetivo es recuperar tierras que estuvieron en poder de agentes ilegales o grandes intereses económicos, para entregarlas a las familias campesinas y garantizar la producción de alimentos y la soberanía alimentaria.

“Este es apenas el comienzo. Las familias ya están organizadas por líneas de producción y tienen planes para seguir sembrando plátano, papaya, maíz, arroz y fortalecer la cría de animales. La Reforma Agraria está viva en el Magdalena Medio y las comunidades campesinas son las protagonistas de este cambio histórico”, concluyó William Ramírez.
El caso de El Porvenir es un ejemplo concreto de cómo la tierra, cuando regresa a sus verdaderos dueños, se convierte en motor de desarrollo, justicia social y reconciliación, generando ingresos para las comunidades campesinas y marcando el renacer del campo en el Magdalena Medio.