La Amazonia sigue viva gracias a sus pueblos originarios: en Caquetá se formalizaron siete resguardos indígenas, cinco mediante ampliación y dos por constitución, fortaleciendo su papel como guardianes de la vida, la cultura y el territorio.
Las tierras entregadas se convierten en pilares de conservación por gobiernos indígenas que integran saberes ancestrales y estrategias sostenibles para salvaguardar los bosques.
Florencia, Caquetá. 22 de julio de 2025. @AgenciaTierras.
En un acontecimiento sin precedentes celebrado en el corazón de la Amazonia colombiana, la Agencia Nacional de Tierras —ANT— oficializó la entrega de títulos de propiedad a siete resguardos indígenas del departamento de Caquetá, que abarcan en conjunto 141.157 hectáreas.
En total, se llevará a cabo la ampliación de cinco resguardos indígenas y la constitución de dos nuevos, reafirmando el papel fundamental de las comunidades étnicas en la preservación de los ecosistemas amazónicos y reconociendo su histórica lucha por el respeto y la garantía de sus derechos territoriales.
Fermín Gutiérrez Valencia, gobernador del resguardo La Teófila, ubicado en jurisdicción del municipio de Solano, expresó su gratitud tras recibir el título de propiedad por el que su comunidad luchó durante más de 12 años: “Ahora sí nos sentimos dueños de nuestro territorio y estamos muy agradecidos con la ANT por haber logrado la ampliación. Seguiremos cuidando y protegiendo el territorio, lo cual servirá también para el futuro de nuestras generaciones”.
La región amazónica está conformada por seis departamentos: Amazonas, Caquetá, Vaupés, Guaviare, Putumayo y Guainía, y abarca cerca del 42 % del territorio nacional, concentrando el 65,7 % del total de hectáreas de bosques del país.
Gracias a la función social ejercida por los pueblos indígenas en estos territorios, sustentada en su cosmovisión, conocimientos ancestrales, prácticas culturales y principios como el Derecho Mayor y la Ley de Origen, los procesos de formalización territorial contribuyen a consolidar esta región como un área estratégica para la conservación de los bosques y demás componentes ambientales, aportando de manera significativa al cumplimiento de la función social y ecológica del Estado colombiano.
Durante su intervención virtual en el acto de entrega, Juan Felipe Harman, director general de la Agencia Nacional de Tierras, afirmó: “Ampliar los resguardos en la Amazonia no solamente es una responsabilidad con los pueblos indígenas de Colombia; es un gran logro, pero también hace parte de una estrategia de preservación y conservación de la selva, del cuidado de la naturaleza, para que, a partir de la cosmovisión indígena, podamos articular distintas estrategias para la protección de nuestro patrimonio natural”.
Para Olinto Rubiel Mazabuel, subdirector de Asuntos Étnicos de la ANT, la entrega de estos títulos tiene un profundo significado: “Estamos hablando de territorios ancestrales habitados por pueblos indígenas que han resistido a lo largo de la historia y que también han sufrido los efectos del conflicto armado. Con este reconocimiento les permitimos fortalecer su cultura, su conocimiento y su autodeterminación. El Gobierno del Cambio sigue honrando su compromiso con las comunidades étnicas”.
A su turno, Reina Buijs, embajadora de los Países Bajos en Colombia, manifestó: “Es un orgullo estar aquí en Florencia acompañando este acto, porque con estas entregas los pueblos indígenas no solo se sienten propietarios de sus tierras, sino que también asumen el compromiso de cuidarlas. La Amazonia es fundamental no solo para Colombia y Latinoamérica, sino para el mundo entero, porque es su pulmón; por eso debemos protegerla y salvarla”.
Los resguardos indígenas que recibirán la ampliación de sus territorios son:
Comunidad indígena Huitoto de Coropoya, se benefiará con 24.594,62 hectáreas, ubicada en el área rural del municipio de Solano.
Comunidad indígena Huitoto Paraje de Witora o Huitora con 64.351,49 hectáreas, ubicada en jurisdicción de los municipios de Solano y Cartagena del Chairá.
Comunidad indígena Coreguaje de Jericó-Consaya con 24.275,45 hectáreas, ubicada en área rural de Solano.
Comunidad indígena Inga de San Miguel con 271,5527 hectáreas, ubicada en jurisdicción de San José de Fragua.
Comunidad indígena Coreguaje de La Teófila con 22.690,7652 hectáreas, ubicada en área rural del municipio de Solano.
Los resguardos indígenas que serán constituidos son:
- Comunidad indígena Emberá Drua con 58,52 hectáreas ubicada en jurisdicción de la ciudad de Florencia.
Comunidad indígena Nueva Betania del pueblo Makaguaje con 4.915,0815 hectáreas, ubicada en área rural de Solano.
Con la adjudicación de más de 141.000 hectáreas de bosques, se beneficiarán comunidades indígenas conformadas por 920 personas, agrupadas en 259 familias.
El evento, que se desarrolló en la ciudad de Florencia, contó con la participación de representantes de la Embajada de los Países Bajos, así como de la organización Amazon Conservation Team (ACT) —que brindó respaldo técnico a la Agencia para los resguardos Huitora, Jericó y Coropoya— y de la entidad Kadaster, quienes ofrecieron un apoyo técnico invaluable a lo largo del proceso de los resguardos Nueva Betania y La Teófila, lo que permitió fortalecer y avanzar en la formalización de estos territorios indígenas.
Los pueblos indígenas de la Amazonia colombiana no solo habitan el bosque: lo conocen, lo comprenden y lo cuidan como parte de su identidad, y a través de prácticas y sistemas agroforestales que integran árboles, cultivos y saberes ancestrales, protegen la fertilidad del suelo y la biodiversidad.
Además, desde la cosmovisión ancestral, la tierra es un ser vivo que merece ser honrado, y sus rituales, festividades y gobernanza se basan en planes que reflejan esta profunda conexión.
Se calcula que en Colombia cerca del 60 % de los bosques que permanecen en la Amazonia están habitados por pueblos indígenas, quienes, a través de sus prácticas de vida y manejo sostenible del territorio, han contribuido de manera decisiva a la conservación de gran parte de esta región.
Con estos avances, la Agencia Nacional de Tierras honra la lucha de los pueblos indígenas y su vínculo sagrado con la Amazonía. Cada título entregado es una semilla de esperanza que garantiza derechos, protege la vida y asegura que la tierra y la cultura sigan floreciendo juntas.