Donde antes se escuchaban disparos y se sembraba el miedo, hoy se escuchan risas, ideas y proyectos campesinos.
En Cimitarra, Santander, en el predio La Borinqueña, que fue recuperado de estructuras exparamilitares hace apenas un mes, la tierra comienza a contar una nueva historia: la del trabajo, el aprendizaje y la construcción de paz desde el campo.
Bucaramanga, Santander. 10 de junio de 2025. @AgenciaTierras.
En La Borinqueña, uno de los predios recuperados por la Agencia Nacional de Tierras —ANT— en el municipio de Cimitarra (Santander), se llevó a cabo con éxito el primer taller socio-productivo, con la participación activa de 80 líderes y lideresas de ocho organizaciones campesinas de la región.
Estas tierras, que habían estado en manos de estructuras exparamilitares o que fueron utilizadas durante años para la guerra, fueron entregadas a 350 familias campesinas de la región como parte del compromiso con la Reforma Agraria y la reparación histórica al campo colombiano.
En el taller, realizado por la Agencia Nacional de Tierras, se logró identificar de manera participativa iniciativas agroproductivas que darán paso a la formulación de proyectos rurales concretos. Este ejercicio no solo impulsa su economía, sino que fortalece sus conocimientos y capacidades para que este proceso crezca con bases sólidas y sostenibles.
“Nosotras, como mujeres campesinas, llevamos años resistiendo y trabajando esta tierra sin garantías. Que hoy estemos aquí, en una finca que antes generaba miedo, reunidas para planear nuestros propios proyectos, es un sueño hecho realidad”, expresó Leidy Cardona, campesina y líder del municipio de Cimitarra.
Jimmy Saldarriaga, también beneficiario de tierra y campesino de la región, dijo que “antes, esta finca era un lugar donde nadie quería acercarse, hoy es distinto, nos sentimos acompañados, nos están enseñando cómo sacar adelante nuestros proyectos y cómo organizar nuestras ideas”.
Durante la jornada se identificaron 32 iniciativas productivas, entre ellas la siembra de plátano, coco, cacao, arroz, entre otras, las cuales serán la base para formular perfiles de proyectos rurales y organizar los procesos administrativos y planes de trabajo, que fortalecerán la economía campesina y el desarrollo territorial.
Además del resultado técnico, lo significativo de este encuentro es el lugar donde se llevó a cabo: La Borinqueña, una finca que fue recuperada hace apenas un mes por la Agencia Nacional de Tierras bajo el liderazgo del director Felipe Harman, tras haber estado en manos de estructuras exparamilitares.
“Este taller socio-productivo no solo nos permitió identificar iniciativas muy valiosas, sino que reafirma el sentido de lo que hacemos: devolverle la tierra a quienes la trabajan. Ver a las comunidades reunidas en La Borinqueña, soñando con proyectos, capacitándose y construyendo en colectivo, nos demuestra que sí es posible transformar escenarios de conflicto en territorios de paz y productividad”, aseguró Cirly Uribe, quien hace parte del equipo de Diálogo Social de la Agencia.
Este predio, antes símbolo del conflicto armado y la violencia, hoy se transforma en un espacio de encuentro, conocimiento y construcción de paz. Lo que alguna vez fue un escenario de miedo, hoy alberga el futuro, con campesinas y campesinos organizados soñando y planificando proyectos productivos, con los pies en la tierra y la mirada puesta en un campo más justo.