Zona de Reserva Campesina La Tuna en el Cauca: un ejemplo de paz total para el país
Fotos: Agencia Nacional de Tierras- Ricardo Báez
Santa Rosa, Cauca. 28 de abril 2023 @AgenciaTierras
Por: Alejandro Calle Cardona
Para muchos llegar a la vereda Santa Martha, en pleno corazón del Cauca, se convierte en una travesía. Caminar doce horas o montar a caballo unas nueve o cruzar en carro la cordillera central por más de 24 horas, desde el casco urbano de Santa Rosa, que curiosamente está atrapado en medio de las montañas del macizo colombiano.
Pero nada importó. Campesinos, indígenas y afros llegaron para hacer parte de un día histórico: la entrega del acta de constitución de la Zona de Reserva Campesina La Tuna, el primer acuerdo logrado en el país entre estas tres comunidades para concertar sus aspiraciones en el territorio, defender sus tradiciones, respetar su autonomía, solucionar los conflictos y armonizar su visión conjunta de desarrollo.
Al himno de Colombia lo siguieron el de la Guardia Indígena y del Macizo colombiano, luego el del municipio, el de la vereda y otro más. Para quienes no habitan estas tierras puede parecer absurdo y exagerado. Para ellos lo es todo. Significa lo que son, inclusión y unidad. Los indígenas escucharon de pie el canto de los campesinos, y estos, también entonaron la letra del himno de la Minga. Sus letras coinciden en algo: hablan de sus luchas, de sus reclamos, de sus sueños, de la defensa de su territorio.
Justamente por eso la ceremonia se convirtió en una fiesta multicultural con danzas y cantos campesinos y el color y la alegría de los afrodescendientes para celebrar que luego de 12 años de diálogo y concertación, por fin cada comunidad tiene su territorio para defender sus derechos, pero, sobre todo, para trabajar juntos por el desarrollo de Santa Rosa.
La historia de la Zona de Reserva Campesina La Tuna no fue fácil. Guido Albán Rivera es uno de los líderes promotores de su constitución y recordó que este proceso inició hace 12 años, en 2011, al enterarse que las comunidades indígenas habían solicitado la conformación de un resguardo en la parte alta.
“En ese momento se germinó un conflicto porque ese resguardo incluía diez veredas netamente campesinas y no nos habían avisado. Cuando nos enteramos, dijimos que no lo íbamos a permitir por temor a que la autonomía indígena nos prohibiera luego la construcción de caminos, el acceso al agua y nos iba a regir su cosmovisión. Incluso dijimos que, si nos tocaba defender nuestro derecho a machete, lo haríamos”, relató.
Durante la socialización del proyecto de resguardo indígena por parte del extinto Incoder, los campesinos solicitaron frenar ese proceso y decidieron acogerse a la Ley 160 para conformar una zona de reserva campesina. Esto generó una gran herida entre ambas comunidades.
Los campesinos iniciaron un largo proceso que tardó por lo menos cuatro años. Los líderes y promotores recorrieron las 42 veredas del municipio de Santa Rosa, realizaron asambleas y recogieron firmas de quienes estaban de acuerdo con la nueva ZRC, para luego radicar la solicitud de constitución ante el Gobierno Nacional.
“La segunda fase fue de consultas con comunidades afro e indígenas, lo que tardó otros cinco años, de conversaciones y generación de confianza. El discurso era entender que la lucha no era entre nosotros sino al contrario, unirnos para garantizar los derechos de todos, trabajar para la constitución del consejo comunitario afro, el resguardo Indígena y la zona de reserva campesina, respetando la cosmovisión de cada uno”, explicó Guido.
Superada esta etapa y un año de conversaciones, se tardaron otros dos en preconsultas y una gran asamblea de consulta, las tres comunidades llegaron a un acuerdo bajo cuatro objetivos: defensa del territorio, gestión conjunta, paz y convivencia, y la conformación de sus espacios territoriales. Pero como si fuera poco, de manera autónoma, en 2016 crearon la Mesa Interétnica para solucionar problemas entre las tres comunidades.
“Acá en Santa Martha los campesinos e indígenas no se podían ver porque unos no permitían a otros la construcción del colegio, pero con este espacio de diálogo hemos logrado superar todos los problemas y una convivencia que es ejemplo para el país”, enfatizó el líder campesino.
Ya la comunidad afro había recibido su Consejo Comunitario Nuevo Futuro Nuevos Luchadores, mientras que las comunidades indígenas Inga y Yanacona también tienen delimitado su territorio. Ahora el sueño del Cauca es completo con la entrega por parte de la Agencia Nacional de Tierras de 176.150 hectáreas que conforman la Zona de reserva Campesina La Tuna, la misma que fue aprobada en diciembre de 2022, tras una larga lucha y concertación multiétnica e intercultural.
La ZRC permitirá controlar la expansión inadecuada de la frontera agropecuaria, garantizar la participación ciudadana en la planificación del territorio, facilitar la ejecución de políticas de desarrollo, pero sobretodo proteger los recursos naturales puesto que La Tuna está rodeado de tres parques nacionales y allí se tiene registro de más de 400 aves, ríos, páramos y bosque.
La gran fiesta en Santa Martha terminó con un almuerzo comunitario. Pescado, arroz, tacaco de plátano y guarapo en un mismo plato. Negros, indígenas y campesinos sentados en una misma mesa, celebrando que, por primera vez, todos viven en paz en un mismo territorio.