La Agencia Nacional de Tierras lleva la formalización de la tierra a San Carlos, Municipio del Oriente Antioqueño.
15 de noviembre de 2019
En el municipio de San Carlos, ubicado en el Oriente antioqueño, la guerra fue implacable. Masacres, asesinatos, desapariciones forzadas y ejecuciones extrajudiciales fueron, durante varios años, el pan de cada de una comunidad que poco a poco fue obligada a abandonar sus hogares en busca de refugio en otras zonas del país.
La Agencia Nacional de Tierrascon el objetivo de aportar a la calidad de vida de los campesinos, busca acatar de manera efectiva el cumplimiento de las órdenes judiciales de la Ley 1448 del 2011 “por la cual se dictan medidas de atención, asistencia y reparación integral a las víctimas del conflicto armado interno”, entre las cuales existen ordenes de restitución de tierras encaminadas a adjudicar predios baldíos, en los cuales existió ocupación por los campesinos, de forma tal que la comunidad ahora pueda tener una tierra legal y con seguridad jurídica. A partir de esto, la Agencia Nacional de Tierrasen cumplimiento de los fallos judiciales proferidos por los jueces y magistrados especializados en Restitución de Tierras, busca dignificar y materializarlos derechos constitucionales a través de la entrega de entregara 50 títulos de propiedad a campesinos que en algún momento tuvieron que abandonar sus tierras.
Por ende, hoy, la formalidad de las tierras llega a los municipios de San Carlos, Montebello, San Roque y Granada en el departamento de Antioquia, en busca de disminuir los índices de informalidad de la propiedad rural y llevar a las familias de la comunidad los beneficios que trae consigo el tener una tierra con legalidad. En otras palabras, el título de propiedad que está otorgando la Agencia Nacional de Tierras a las familias campesinas, permite la incorporación paulatina de las mismas a todos los beneficios que pueden surtir las demás entidades estatales, así como también a beneficios económicos, en función de la vocación de los suelos como factor de producción legal y el emprendimiento agrario en la región.
De esta manera, más de 110 hectareas de tierras serán repartidas 20 Mujeres y 40 hombres para habitar, cultivar y sobre todo para mejorar la calidad de vida al brindarles seguridad jurídica y desarrollo en esa tierra que por décadas han añorado.