El hombre que perdonó a las Farc por haber matado a su padre y a su hermana
Chaparral, Tolima, 20 de noviembre de 2017 (@AgenciaTierras). El 23 de noviembre de 2009 la vida de Francisnel Hernández Martínez cambió para siempre. Integrantes de la hoy pacificada guerrilla de las Farc llegaron hasta su finca del corregimiento Maracaibo, en el municipio tolimense de Rioblanco, y asesinaron a su padre y a su hermana que tenía ocho meses de embarazo.
“Llegaron siete hombres armados, los sacaron de la casa y los mataron con armas de fuego arribita de la casa”, explicó Hernández Martínez durante entrevista con la oficina de prensa de la Agencia Nacional de Tierras en su finca Las Brisas.
Cristóbal Hernández tenía entonces 53 años y a su hija Emilse le faltaba solo una semana para cumplir los 18. El motivo del doble crimen, al decir de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc): que él era informante del Ejército y la Policía y que ella tenía amores con un militar.
“Pero eso no era cierto. Mi familia llevaba como 30 años viviendo en la finca. Mi papá nunca tuvo problemas con nadie. No se metía con nadie. A mi papá todo el mundo lo quería”, agregó Hernández, quien aún recuerda el mensaje que le envió la guerrilla a su familia después del asesinato de don Cristóbal y Emilse: “Se pueden quedar a trabajar que no les va a pasar nada”.
Pero, de acuerdo con este campesino de 32 años, “esa gente (de las Farc) era muy falsa. Le podían decir a uno no se vaya, pero al otro día le estaban haciendo daño”. Entonces los Hernández Martínez optaron por desplazarse. Prácticamente solo esperaron darles sepultura a su padre y a su hermana para salir corriendo del corregimiento Maracaibo.
“Nos vamos”, les dijo Francisnel Hernández a su mamá y a sus hermanos. Se vinieron para Chaparral, arrasados por el duelo, casi que sin un peso en sus bolsillos.
Entonces Francisnel Hernández y dos de sus hermanos, Anselmo y Edinson, se instalaron en la vereda Potrerito Alto de Chaparral a hacer lo que mejor saben hacer: sembrar café en dos predios que les cedió un amigo al que ellos consideran como un padre. Sin embargo, las propiedades de ese hombre que los Hernández Martínez tratan como a un padre, Ángel Rodríguez, tenían problemas con sus escrituras.
Pero el lunes, el director de la Agencia Nacional de Tierras, Miguel Samper Strouss, les resolvió a los Hernández Martínez ese dolor de cabeza: les entregó los títulos de sus propiedades a Francisnel y a Anselmo en un emotivo y concurrido acto que se celebró en el coliseo Pijao de Oro de Chaparral.
“Estoy muy agradecido con la Agencia Nacional de Tierras. Estamos muy contentos porque la verdad es que después de la muerte de mi padre y de mi hermana no hemos tenido un día bueno. Nosotros hemos sufrido mucho”, comento Anselmo Hernández, quien es un año mayor que su hermano Francisnel.
Junto a los Hernández Martínez, otras 151 familias de Chaparral recibieron sus títulos de propiedad por el fenómeno de la informalidad en la tenencia de sus propiedades. Las cifras dan cuenta de que el 53% de los 4.456 predios rurales de esta localidad del Tolima no tienen escritura.
Samper Strouss estuvo acompañado en el acto del municipio tolimense por el Ministro de Agricultura, Juan Guillermo Zuluaga, quien también les entregó a los chaparralunos recursos, sentencias y financiación para proyectos que benefician a miles de familias.
Visiblemente emocionado, Francisnel Hernández dijo estar de acuerdo con el proceso de paz que hace un año sellaron el gobierno nacional y las Farc.
“Yo digo que el proceso de paz es bueno para que no haya tanto conflicto. Antes uno ni siquiera se podía movilizar. Gracias a Dios hoy en día nos podemos movilizar tranquilos y nadie le dice nada a uno. Por ese lado yo veo bueno el proceso de paz”, dijo Francisnel Hernández, casado y padre de tres hijos.
Según él, su corazón ya no alberga odio. Es más, añadió que si pudiera hablar con los miembros del llamado secretariado de las Farc les diría que ya los perdonó, “aunque reconozco que sería difícil verle la cara a alguien que le ha hecho tanto daño a uno porque (la muerte de mi padre y de mi hermana) nunca se me va a olvidar”.
Francisnel Hernández sostuvo que celebra con agrado el primer año de la negociación entre el gobierno y la guerrilla, entre otras cosas, para que “mis hijos, mis sobrinos y demás familiares no tengan que ver tanta sangre derramada (…) Yo prefiero que el gobierno les dé cosas a los guerrilleros, como los subsidios, que verlos matando gente”.
Finalmente, Francisnel Hernández dijo que si tuviera la oportunidad de darle trabajo en su finca a un guerrillero desmovilizado “lo haría con gusto y sin odio porque las personas tienen derecho a una segunda oportunidad (…) Le daría trabajo para que ya (ese ex rebelde) no piense en otras cosas sino en el trabajo y en el campo”.
A la fecha, el gobierno nacional, representado por el desaparecido Incoder y la Agencia Nacional de Tierras, ha entregado alrededor de 6.000 títulos de propiedad a familias campesinas, casi todas víctimas de la violencia.