Se aprobaron los estatutos del Comité Municipal de Reforma Agraria de Útica, y se dio inicio al diseño de su plan de trabajo y cronograma.
De la mano de la ANT, el Comité avanza en procesos de formalización de tierras, articulación institucional y pedagogía comunitaria para garantizar derechos en el territorio.
Bogotá D.C., 6 de junio de 2025. @AgenciaTierras.
En el corazón de Cundinamarca, provincia de Gualivá, donde el conflicto armado dejó huellas profundas y muchas familias campesinas fueron despojadas de sus tierras, hoy comienza a trazarse un nuevo camino de esperanza. En una sesión clave, el Comité Municipal de Reforma Agraria (CMRA) de Útica avanzó en su consolidación con la aprobación de estatutos y un espacio de formación y diálogo sobre el Sistema Nacional de Reforma Agraria y sus subsistemas.
Este paso marca el inicio de la construcción colectiva de un plan de trabajo y un cronograma de acciones orientadas a garantizar el acceso, uso y tenencia legítima de la tierra para las comunidades rurales del municipio.
Útica, además de ser un territorio de memoria, es tierra fértil: produce cítricos, café, caña panelera, mango y guayaba, alimentos que sostienen a cientos de familias campesinas y dinamizan la economía regional. Sin embargo, muchas de estas fincas aún no cuentan con títulos formales, lo que limita el acceso a derechos fundamentales y perpetúa la desigualdad.
Desde 2024, el municipio ha avanzado en procesos de formalización de Entidades de Derecho Público (EDP), y este año se espera presentar al menos nueve casos nuevos ante la Agencia Nacional de Tierras —ANT—. Asimismo, el Comité ha confirmado su intención de avanzar con planes de trabajo que permitirán procesos de formalización de predios privados, un paso necesario para dar seguridad jurídica al campo.
Jesús Bayro Muñoz, coordinador de la Unidad de Gestión Territorial (UGT) Cundinamarca, de la Agencia, aseguró que “en Utica estamos viendo una voluntad colectiva por organizar la ruralidad y dignificar la vida campesina. Desde la ANT, acompañamos con compromiso este proceso de Reforma Agraria, porque sabemos que detrás de cada predio que vayamos a formalizar hay una historia de lucha, arraigo y esperanza. Esta articulación con la comunidad es el camino para lograr transformaciones reales del territorio”.
Este proceso ha sido posible gracias a una estrecha articulación con la administración municipal, en la que se han generado sinergias para alinear las necesidades locales con la política nacional de tierras, en una visión compartida de desarrollo rural.
Además, se proyectan ofertas institucionales, encuentros pedagógicos y espacios de trabajo con la comunidad, con el objetivo de aclarar los procesos que lidera la Agencia Nacional de Tierras y diferenciarlos de otras entidades, fortaleciendo la confianza y el conocimiento en la ciudadanía rural.
Durante el encuentro, Edwin Martínez, integrante del CMRA de Útica, aportó una reflexión que resonó con fuerza entre los asistentes: “Respecto al tema de formalización de propiedad privada rural, sugiero –así como lo estamos haciendo con varias instituciones– ahondar en la problemática del envejecimiento rural con conversatorios y motivar el relevo generacional. Es un esfuerzo grande titular predios, pero posiblemente mañana pueden quedar en abandono. Hoy día hay muchas fincas completamente abandonadas”.
La consolidación del Comité Municipal de Reforma Agraria de Útica reafirma que la tierra no solo es un bien material, sino un símbolo de dignidad, arraigo y futuro. Cuando el Estado se articula con la comunidad, florece una verdadera Reforma Agraria con rostro humano.